Hoy he presenciado un fenómeno extraño, por lo menos para mí. He ido a comer a un restaurante y en la mesa de al lado se han sentado un hombre y un niño de unos nueve años, supongo que eran padre e hijo.
Pues lo que me ha llamado la atención es que por lo menos han estado una hora y media y no han cruzado ni una palabra. Tampoco es que los haya estado observando todo el tiempo. Pero así me ha parecido.
El hombre estaba embobado mirando su móvil y el niño comía de pie, otra cosa que me ha resultado chocante.
La reflexión os la dejo a vosotros.