De pequeño no me gustaba que me lamieran los perros, me daba asco. De mayor le perdí el reparo y me di cuenta que es uno de los besos más amorosos y verdaderos que puedes recibir en este mundo.
De pequeño no me gustaba que me lamieran los perros, me daba asco. De mayor le perdí el reparo y me di cuenta que es uno de los besos más amorosos y verdaderos que puedes recibir en este mundo.