El peligro de querer conocer todo, de tener todo bajo control, es decir, ser como Dios, es caer en la locura. No se nos tiene que olvidar que somos humanos.
Tal vez el mito de Prometeo, que robó el fuego a los Dioses y se lo entregó a los hombresy fue castigado por ello, se adaptó al Cristianismo en el mito de Lucifer, que, si no me equivoco, significa el que porta la luz, la luz entendida como conocimiento o sabiduría. Su pecado fue querer ser como Dios, tener el conocimiento de todo. Y acabó desterrado del Cielo.
A todo esto me viene a la cabeza el mito de Adan y Eva. La parte en la que comen del fruto prohibido, que tengo entendido es también llamado el fruto de la sabiduría, o el árbol de la sabiduría. Todos conocemos lo que les ocurrió, otros que fueron expulsados del Paraiso, podríamos considerarlo el Cielo en la tierra.
Me gustaría añadir esta maravillosa canción:
¡Pero qué cojones sabré yo!