Una alemana enemiga, obligada a cantar para los soldados, mediante su dulce voz y la profundidad de su honesta tristeza, comienza a llorar, haciendo que de los soldados también broten lágrimas también.
Ellos que en un principio sólo veían un trozo de carne, finalmente se funden en el lenguaje universal de la música y de la humanidad que tod@s llevamos dentro.
A mi parecer un final apoteósico y un canto antibelicista magistralmente expresado, que me hizo llorar a mí también.