Un día me preguntaron por qué trabajaba para una compañía aérea si no me gustaban los aviones. Y yo conteste a la señora: “¿Acaso a un pocero le gusta la mierda?”.
Un día me preguntaron por qué trabajaba para una compañía aérea si no me gustaban los aviones. Y yo conteste a la señora: “¿Acaso a un pocero le gusta la mierda?”.