La campiña

Podría llorar mi alma, por no poder ser.
Podría vomitar mi rabia, por mi anhelada libertad.
Podría arrancar mi putrefacto cerebro, por estar estropeado.

¿Dónde están los campos esmeralda que nos prometieron?
¿Dónde está el agua límpida en la que saciar nuestra sed?
¿Dónde reside el gozo de niño pequeño?

¿Cuándo se perdió la senda marcada en el fuego interior?
¿Cuándo retornaré al hogar de la unidad?
¿Cuándo me reencontraré con la Madre serpiente?

2015-05-29_122546

.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s