Hace mucho tiempo tuve un sueño en el que un águila, animal de poder para varias culturas, iba volando y se posaba en mi brazo pero con las garras apretaba tan fuerte que se me clavaban haciéndome sangrar.
El sueño me provocó dos sensaciones, una de sentirme afortunado que un animal tan esplendido como ese me eligiera, y la otra dolorosa por lo que relataba anteriormente.
Ahora creo entender ese sueño, la sabiduría te concede poder y a la vez dolor.
Pero ¡qué cojones sabré yo!